La glorificada cultura moderna del ajetreo nos hace priorizar el trabajo sobre nuestras relaciones, el sueño e incluso las comidas básicas. Después de hablar con muchos de mis compañeros y amigos, me di cuenta de que esta avalancha de sugerencias y dispositivos de productividad nos ha vuelto aún más desorganizados y frustrados. Suena bastante inofensivo, pero esta compulsión interminable de ser productivo no es adecuada para nosotros. ¿Mi sugerencia? En lugar de seguir ciegamente consejos de productividad, rutinas matutinas exóticas y demás, siéntese y reflexione sobre la raíz del problema al que se enfrenta. ¿O hay incluso un problema para empezar?

Estas herramientas que menciono a continuación no lo ayudarán a ser más productivo, pero seguramente le brindarán un par de manos adicionales para optimizar su flujo de trabajo.